martes, 11 de septiembre de 2007

Aquí están los Flutsflops

¡Hola a tod@s una vez más! ¿Qué tal nos van saliendo esos platos? Si hay algo que falla o que no está claro en la receta o cualquier duda que surja ejecutamos el procedimiento estándard para dudas: mail al "webmaster" (si es que se puede llamar así al que teclea en un blog)
Siempre es bien recibida cualquier pregunta, aviso o consejo (mientras que no incluya recetas con seres vivos o personas)

Bueno, siendo la hora que es ya me está entrando un desasosiego estomacal tremendo y he decidido que hoy para comer podremos disfrutar de un delicioso plato llamado:

¡Flustflops!

Es sencilla y la verdad que el resultado sorprende siempre ¿Os parece que veamos en qué consiste? Pues sin más dilación descubramos los entresijos de este plato.


Ingredientes para 1 carnívoro estándar:

- 200 gramos de pechuga de pollo (muerto y sin plumas)

- 4 huevos de su mamá

- harina

- sal

- perejil

- pimienta negra molida

- aceite



Utensilios de Chef:

- el gorro de Chef. Esto es vital. Sin esto los trozos de pollo muerto vuelven a la vida, la harina se adherirá a tus ojos y el aceite siempre se quemará. Tú verás, pero si quieres tener futuro en tu cocina, has de tener un gorro de Chef. Yo, por ejemplo, utilizo la funda de tela de una quesera. Gracias a esto, a mi alrededor se extiende un delicioso olor a Parmesano.

- 1 cuchillo afilado

- formol

- 1 tabla de cortar

- 1 taza o mug

- 1 tenedor de metal

- 1 tijeras de metal

- 1 sartén grande

- 1 pinzas grandes

- 1 plato llano

- 1 fuente

- 4 servilletas de papel


¿Finalizada la ardua búsqueda? Pues si ya lo tenemos todo, nos atrincheramos en la cocina y ponemos nuestra música favorita para que lo mejor de nosotros fluya y alcancemos el mayor grado de perfección posible entre los fogones. Como es bien sabido, el mejor conductor del arte, es el arte. ¡Manos a la obra!


Paso 1

Lo primero de todo es verter 2 huevos (quitándoles la cáscara previamente) en la taza y batirlos con alegría hasta lograr una masa semi-esponjosa, semi-líquida, y amarillenta. Tenemos que procurar que no queden grumillos. ¿Hecho? Muy bien. Ahora lo dejamos a un lado mientras hacemos más cosillas como por ejemplo echar aceite en la sartén grande. Tenemos que cubrir el fondo con, más o menos, un dedo de aceite y ponerlo a calentar.
Siempre que cocinemos carne, tenemos que poner el fuego a la mitad. Nunca al máximo porque si no la carne por dentro quedará totalmente cruda pese al apetecible aspecto externo y el plato irá a parar, irremediablemente, al cubo de la basura (aunque a veces basta con devolverlo a la sartén y cocinarlo un poco más)


Paso 2

Ya tenemos el aceite acelerando electrones lentamente en la sartén y 2 huevos batidos. Excelencia. En el plato llano echamos la harina en un lado, en otro el perejil y en otro la pimienta negra molida. Ahora cogemos el pollo y lo troceamos con las tijeras formando pedazos con un ancho y un largo de tres dedos. Intentemos evitar aquellos que además sean gorditos porque corremos el riesgo de que no se hagan tanto como los demás. Homogeneidad rules.
Una vez cortados los pedazos, les echamos sal a nuestro gusto y los mojamos en la taza con el huevo batido. Remojamos bien para que no quede ningún lado seco y lo rebozamos por la harina. Tiene que quedar bien blanquito todo sin lados donde se vea carne polluna *ahem*. Después cogemos un pellizquito de perejil y se lo echamos por encima junto a un pellizquito aún menor de pimienta negra. Esto es, básicamente, al gusto individual de cada uno aunque tampoco hay que pasarse porque podemos matar del todo el sabor del pollo, y no es plan.


Paso 3

Ya tenemos algunos trozos harino-perej-pimentados y el aceite ya está caliente en su punto. Pues muy bien, a la sartén con el pollo. Colocamos todos los trozos nos quepan dentro de la sartén (por el hecho de acabar cuanto antes), siempre en contacto con el fondo y los dejamos hacerse. Cada poco tiempo dales la vuelta para que se hagan bien por todas partes. Algo de lo que hay que estar pendiente todo el rato es de la cantidad de huevo que nos queda en la taza. Si vemos que empieza a escasear, simplemente echamos otro huevo o los dos restantes y agitamos de nuevo hasta conseguir más masa de huevo batido. Lo mismo ocurre con la harina, perejil y pimienta. Reponemos siempre que haga falta.
Cuando veamos que el pollo está ciertamente dorado, lo sacamos y trinchamos con el tenedor para comprobar lo hecho que está. Si aun le queda, pues de vuelta a la sartén, y, si ya está en su punto lo echamos en la fuente sobre una cama de servilletas. Esto sirve para que se absorba el aceite sobrante y no nos estropeé la receta.
Repetimos todas las operaciones anteriores con los demás trozos de pollo hasta que no quede ninguno por hacer y...

Voilà! Ya tenemos nuestros Flustflops completa y deliciosamente hechos. Podemos acompañarlos con una ligera ensalada caliente de berros y champiñones a modo de guarnición. ¿Que cómo se hace? Es muy sencillo... pero tendremos que esperar a otra entrega de las recetas de El Gorro de Chef para saberlo :)

Pasadlo bien y probad, probad y probad cosas nuevas. Nunca os quedeis con las ganas de intentar algo nuevo (siempre que tengais pizzas precocinadas en el frigorífico por si todo falla) y un buen seguro médico.

¡Hasta el próximo plato!